¿Qué se puede y qué se debe medir en publicidad?
Ya es un lugar común aquello de que –en un prespuesto publicitario- la mitad es plata tirada a la basura: el problema es saber cuál mitad. Hoy por hoy, con todas las nuevas técnicas de investigación y medición, ¿la publicidad sigue a media luz? ¿Se puede –y sobre todo, se debe- medir todo en publicidad? ¿Si buscamos medirlo todo, no “rompemos” la magia de la publicidad? ¿Cómo ven estos temas en Córdoba? ¿Ah?